Para el día de hoy, en este artículo os invitamos a reflexionar un poco sobre la vida de cada uno.
¿Para qué? Para ver si hoy conseguimos ser un poco más felices de lo que somos y podemos pararnos y pensar en nosotros mismos.
Para ser feliz, para sentirme útil, para ir creciendo como persona es fundamental saber que dirección lleva mi vida y hacia donde voy. Saber hacia donde quiero ir.
Para ello, el primer paso que tendría que definir es lo que quiero conseguir, en mi vida personal, en mi trabajo, en mis estudios, con mi familia.
Para que este artículo sea provechoso para todos, me gustaría que a medida que lo vayáis leyendo vayáis poniéndolo en práctica.
¿Qué te gustaría conseguir en tu vida?
Por ejemplo, me gustaría estudiar una carrera. Me gustaría tener una buena comunicación con mi pareja (definir que es una buena comunicación). Quiero ser feliz (que es para ti la felicidad).
Una vez definido, es importante revisar que esté bien definido. Que significa esto, que no aceptemos un objetivo en que implique que el otro cambie, que el otro tenga que hacer cosas para así yo me pueda sentir bien.
Como por ejemplo, que mi pareja sea más cariñosa, que mis hijos aprueben, que me asciendan.
Es fundamental que tú seas el protagonista de tu objetivo y que dependa de ti el conseguirlo.
Una vez tengamos bien definido lo que queremos alcanzar, nos preguntaremos ¿para qué?.
¿Para qué quieres conseguir el objetivo que te has marcado?
Esta respuesta nos dará la clave de la fuerza y disposición que tendremos para alcanzar lo que nos hemos propuesto. Dependiendo de la respuesta tendremos la capacidad de sortear bloqueos, miedos, pegas que nos encontremos por el camino.
Y por último. El paso que habla del movimiento que es el plan de acción. Cada día nos preguntaremos:
¿Qué puedo hacer hoy para estar más cerca de mi objetivo?