¿Por qué nadie me escucha? ¿Por qué no me tienen en cuenta? Claves para una comunicación eficaz

Siempre que expongo mis ideas surge alguien que las tiene mejores, cuando propongo un plan suelen rechazar el mío y eligen otro, nunca hacemos lo que yo propongo, siento que no me escuchan y no me tienen en cuenta. Y no se que hacer porque creo que lo hago todo bien.

Estos son algunos de los ejemplos con los que nos encontramos en algunos momentos en nuestra vida.

Hoy abordaremos una parte de la comunicación. Que es el emisor (yo) y el mensaje.

En la comunicación existe una parte clave que es la coherencia entre el emisor y el mensaje.

Si queremos comunicar de forma positiva, tener impacto, es importante que seamos coherentes en lo que decimos con lo que sentimos. Esta es una de las claves para una comunicación efectiva.

Si en la comunicación uno dice una cosa y piensa otra, automáticamente se destapará una incoherencia en el emisor y en el mensaje que ofrece. Esta incoherencia puede traer consecuencias no deseadas en mi comunicación con el entorno, con mi familia, pareja, hijos, amigos, compañeros de trabajo, mis jefes.

Por ejemplo, puedo pensar un proyecto y presentarlo, por una parte estar convencida que funciona, pero por otra parte pensar, “seguro que no me lo aceptan”.

Otro ejemplo sería decirle a alguien que me cae bien, pero por dentro pensar que es un egoísta o prepotente.

Decir a mi jefe que no me importa que me sature de trabajo cuando en realidad pienso “me sienta fatal esta situación pues no doy a basto y necesito ayuda”.

Mi lenguaje no verbal va a delatar mi pensamiento interior sobre la situación. Teniendo en cuenta que el lenguaje no verbal es un 80% de la comunicación, éste va a dar toda la información que el receptor precisa para tomar una decisión.

Es decir, el receptor, percibirá que la otra persona no se me está diciendo todo, que está escondiendo parte de la información o simplemente sentirá que esa persona que no le inspira confianza. Y a partir de esta percepción o sensación o intuición, el receptor tomará la decisión de no aceptar este proyecto, de elegir otra idea… es decir, de descartar nuestro mensaje, nuestro propósito.

Por ello, es clave ser coherentes con nuestro mensaje. Que emisor y receptor estén alineados.

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