Actividad en familia: El poder de las palabras

Saquemos la parte positiva de estos días de confinamiento y aprovechemos realizando actividades que resulta muy complicado llevar a cabo en nuestro día a día cuando trabajo, cole y actividades extraescolares están en pleno rendimiento.

¿Qué actividades os propongo hacer hoy para con vuestros hijos/as?  Pues algo que los niños disfrutan muchísimo: un experimento.

Antes de explicaros paso a paso como realizarlo, me gustaría primero contaros algunos detalles sobre dicho experimento y también acerca, de lo que queremos que nuestros pequeños aprendan a través de este experimento.

La primera vez que leí sobre Masaru Emoto, autor japonés del experimento en cuestión, lo recuerdo con bastante escepticismo, pero a la vez, con mucha curiosidad de conocer los resultados. Emoto trata de mostrar el poder de las palabras y cómo éstas nos afectan.

Así que no me puede resistir y lo hice, el resultado os aseguro que es impactante y creo que muy revelador para los niños. Pues, pueden observar cómo nos afectan las palabras que utilizamos en nuestro día a día y el impacto que tiene en nuestras emociones incluso en nuestro organismo.

Si las palabras que nos decimos o decimos a los demás tienen una carga positiva, nos harán sentir bien y afectarán positivamente a nuestra autoestima incluso a nuestra salud, pero, si, por el contrario, tienen carga negativa, el resultado no será el deseado.

Ahí van los pasos a seguir:

Paso 1: hierve una cantidad pequeña de arroz blanco (unos 75-100 gr.).

Paso 2: una vez lo tengas hervido, divídelo en dos partes y lo introduces en dos envases, pueden ser tuppers o botes de cristal. Es importante, que tengan tapa.

Paso 3: en un envase pega etiquetas con palabras positivas, como, por ejemplo, “te quiero”, “me caes bien”, “amigo”. En el otro envase, pegas etiquetas con carga negativa, como, por ejemplo, “te odio”, “tonto”, “no me gustas”.

Paso 4: Dejamos los dos botes en un sitio de la casa (fuera del frigorífico) y por un periodo de tiempo, como mínimo un mes. Cada vez que veamos los envases podemos transmitirle pensamientos negativos o decirle palabras no agradables al envase con etiqueta negativa. Y el mismo proceso, pero con carga positiva al otro envase.

Paso 5: dejamos pasar el tiempo y mientas vamos observando la evolución del arroz en ambos botes. Observaréis como el envase con palabras negativas se pudre antes y adquiere un color amarillento o negro. Mientras que el otro se mantiene intacto por mucho más tiempo.

Es increíble ver los resultados y los niños podrán ver, en primera persona, el impacto de las palabras que utilizan. Animaros a probarlo, es fácil y aprenderán mediante el juego.

 

 

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