1. Identifica el pensamiento que te ha llevado a sentirte mal
Ser conscientes de las emociones, para conocer el porque de nuestro comportamiento, visualizaremos una “hoja de ruta” mental para tener claro las posibilidades de reacción, ante nuestro diálogo interno negativo.
2. Responsable/Resiliente
Responsabilizarnos de nuestros pensamientos, implica un esfuerzo sincero, conseguir resiliencia es alcanzar el mayor equilibrio emocional frente a situaciones de estrés.
3. Saber perdonarse
Aprender de las experiencias anteriores vividas, para que nuestro “yo” aprenda gestionarlas correctamente.
La vida se encargará de ponernos en situaciones conocidas o nuevas experiencias, en el que nuestro verdadero YO “entrenado” sabrá reaccionar de un modo adecuado, repercutiendo positivamente en nuestro estado emocional.